Breve Historia de Campo Cámara


Texto y fotos de Juan Diego Granados García


Aunque suene presuntuoso, no es descabellado afirmar que la Historia de Campo Cámara comenzó a escribirse a la par que la Historia de la humanidad. Prueba de esta afirmación son los restos de sílex tallado, entre otros utensilios líticos, encontrados en sus alrededores, así como su cercanía a enclaves tan importantes como Orce, Gor, Galera, Gorafe...


Posterior es la cerámica y los exvotos pertenecientes a los pueblos íberos, que un día crearon la Dama de Baza. Es aquí, probablemente, donde se encuentra el germen de los cortijillos que salpicaban la zona y que en un futuro darán lugar a lo que hoy es nuestro pueblo: una suma de pequeñas edificaciones que se agrupan en un saliente calizo para aprovechar al máximo las tierras de labor. 


La riqueza de esta zona y su situación estratégica entre el Levante y el interior de Andalucía trajeron hasta nuestras tierras a gentes del imperio romano. Todo parece indicar que esta franja tuvo cierta importancia y se convirtió en paso gracias a una vía a la que se hace referencia en algunos escritos.



Durante la dominación musulmana, ese germen antes citado, empieza a convertirse en datos históricos concretos, tanto escritos como de tradición oral. Es en esta época cuando nace el nombre de Campo Cámara. Baza fue una ciudad clave durante el período de Al-Andalus y más tarde durante la Reconquista y la caída del Reino de Granada.

Campo Cámara constituía una de las zonas de  aprovechamiento forestal y ganadero de la importante ciudad de Baza. Esas tierras eran conocidas como Fash Quamara, cuya traducción es Campos de Cámara, de los cuales existían y existen varios en Andalucía. La presencia musulmana dejó impresas, junto al nombre, multitud de leyendas y tradiciones referidas a los tesoros que olvidaron dichos pueblos en su huída.

Recopilando, podríamos decir que las aldeas íberas se convirtieron en villas romanas, que a su vez fueron transformadas en hábitats medievales por los árabes y que son el origen de los cortijos actuales y del pueblo de Campo Cámara.


Con la llegada de los Reyes Católicos en 1488, se concedió el señorío de Campo Cámara a los hermanos Mohamed y Alí Abdaladín, últimos pobladores árabes. En 1499, estas tierras pasaron a Don Enrique Enríquez, mayordomo mayor de los Reyes Católicos y tío de Don Fernando. Tras la muerte de éste sin sucesión, el mayorazgo pasó a un hijo de su sobrina, casada con el Marqués de Aguilafuente, cuyos descendientes ostentarían el título del Duque de Abrantes, Grande de España. Durante este período, las disputas por la zona son continuas entre Baza, Quesada, Castril, Cortes de Baza y Pozo Alcón. Prueba de ello, son lugares tan conocidos como El Cerro de las Disputas y el Cortijo del Entredicho, famoso por el conflicto de las bellotas de 1622, resuelto por la Real Chancillería de Granada. A raíz de tal incidente, existe un dicho que hace referencia a ello: “vamos a tener higos y bellotas”.



Los pleitos no cesaron hasta el año 1889, en el que se realizó el amojonamiento entre Pozo Alcón y Cortes de Baza. El límite lo sitúan en El Cejo, y se deja un corredor de unos 30 metros que sirve como entredicho o descanso entre las jurisdicciones. En 1752, el catastro del Marqués de la Ensenada recoge que en el pueblo existían 15 casas. Pero ya en el Nomenclátor del 1887 aparece Campo Cámara con su configuración actual: "con 101 viviendas distribuidas en dos núcleos: la Ermita y los Cortijillos, con un total de 368 habitantes". En cuanto a las propiedades del pueblo, en 1820, la abolición de los señoríos jurisdiccionales, supuso la caducidad de una serie de derechos, pero no la pérdida de la propiedad, por lo que en el Amillaramiento de 1859, el Duque de Abrantes seguía siendo dueño casi absoluto de estas tierras.



A finales del siglo XIX, tuvo lugar un hecho que influyó notoriamente en la evolución de nuestro pueblo. Andrés Pío Fernández, natural de Albox (Almería), compró a la hija y heredera del Duque de Abrantes las tierras de Campo Cámara. Una compra que siempre se habría creído realizada mediante una supuesta treta que usó este marchante almeriense para hacerse con el terreno. Mediante la fórmula de "el pino, la caída y el vuelo del hacha", se decía que la condesa transmitió la propiedad de la tierra junto con la de la leña, sin ser esa su intención, lo cual a posteriori ha resultado desmentido. Para roturar y cultivar la tierra, en su mayoría cereal, olivo y almendro, fueron muchísimos los habitantes de Albox que llegaron al pueblo con sus tradiciones y costumbres, y que son los ascendientes de una buena parte de su población actual.



Actualmente la propiedad se encuentra mas dispersa, aunque todavía quedan ejemplos del latifundio que caracterizó la situación de Campo Cámara durante todo el siglo XX. 

Desde la creación de los Ayuntamientos, Campo Cámara ha sido el anejo más importante del municipio de Cortes de Baza, así como el núcleo urbano más destacado, ya que tras la roturación y puesta en cultivo de las grandes extensiones del Duque de Abrantes, su crecimiento demográfico fue el mayor de la zona durante todo el siglo, que supuso el 74% de todo municipio. Pero este desarrollo se vio truncado por el constante desplazamiento de sus habitantes hacia las ciudades y otras zonas de Levante. Si en 1960 la población era de unos 1500 habitantes, actualmente no llega a los 600, población que se multiplica de forma temporal en fechas señaladas.



Comentarios

  1. Me ha encantado leer la historia de nuestro pueblo.Muchas gracias, por compartir tan valioso trabajo de recopilación de información que imagino que no ha sido tarea fácil.

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